Desde hace mucho tiempo el maíz dulce es un ingrediente que no falta en nuestra despensa, forma parte sobre todo de las ensaladas, nos encanta su sabor, su textura y el contraste que proporciona en el plato. Generalmente compramos el maíz dulce en lata, hay distintas marcas y grandes diferencias entre ellas en cuanto a calidad, salta a la vista no sólo por su sabor, también por la presentación de los granos.
También hemos probado el maíz dulce congelado, la pega que le encontramos es que al tener que descongelarlo previamente, no está tan a mano como la lata en un momento dado. Pero cabe destacar que es menos dulce el maíz congelado que en conserva, por lo que tal vez gustará más a quienes disfruten del maíz dulce con menos contenido en azúcar, aunque dicho sea de paso, esto también depende de la variedad.
Otra opción es comprar el maíz dulce o maíz tierno en su mazorca, generalmente envasado al vacío para una mayor conservación, tanto fresco como cocido. Este es el que utilizamos para hacer a la parrilla o a la plancha con mantequilla, sal y, en ocasiones, con especias picantes. Pero también se podría desgranar la mazorca y disponer de los granos de maíz tierno para la elaboración de recetas.
El maíz dulce se obtiene de una variedad de maíz que se consume como hortaliza. Es de maduración más temprana que las variedades de maíz que se utilizan para la alimentación animal, se cosecha cuando está inmaduro siendo mazorcas más pequeñas y con un mayor contenido en azúcar. Este mismo maíz, una vez seco, es con el que se elabora la harina de maíz, el maíz frito o quicos y las palomitas de maíz.
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